De la Ingobernabilidad a la estratégica comunicación política

Se atenta contra la libertad de expresión, no se respeta la propiedad privada, presos políticos, nadie vela por la seguridad de la sociedad, no hay respaldo para el trabajo, polarización de las instancias públicas (asamblea nacional), constantes pruebas de corrupción pasadas por alto, (violación de los derechos humanos), es el panorama político y social que se vive en Venezuela, además que las constantes disputas del mandatario nacional contra sus homólogos de Colombia y los Estados Unidos en varias ocasiones y España en una oportunidad. Deja ver si este país se caracteriza por ser un Estado democrático y se perfila en la paleta de la opinión pública como un tema delicado y exhaustivo a estudiar.

Para analizar paso a paso la complejidad de la gobernabilidad y el papel de la comunicación para que esta se desarrolle o no, además del rol que juegan los gobernantes y gobernados en el país, se partirá de la definición de un estado y de sus elementos que lo llevan a ser democrático.

Para Denés Martos el Estado presupone el concepto de lo político. Estado es el estatus político de un pueblo organizado dentro de un espacio territorial delimitado. De acuerdo a su sentido semántico y como fenómeno histórico estado es la condición especial de un pueblo. Sin embargo Hermann Heller define al Estado como una "unidad de dominación, independiente en lo exterior e interior, que actúa de modo continuo, con medios de poder propios, y claramente delimitado en lo personal y territorial".
De cualquier manera el estado está vinculado directamente con el acto político, “el estado aparece como algo político; y lo político como algo estatal, evidentemente un circuito insatisfactorio”.

“Un estado democratizado es un estado que, tanto en su democracia como en su legalidad está dispuesto en la práctica a ensancharse, a escuchar opiniones, voces identidades, demandas de todos los sectores sociales que dentro de un proceso democrático, acepte inscribir derechos y decide incrementarlos porque no alcanza con dejarlos inscritos por ahí”, O’ Donell.
Teniendo en cuenta esta definición y analizando el panorama venezolano en cuanto a la disposición del actual gobierno por escuchar distintos sectores de la sociedad, en innegable percatar la primera falla, el gobernante es gobernante de todo el pueblo, por quien ha sido elegido y por aquellos que optaron por otro curso, -pluralismo-. Escuchar al pueblo independientemente de la tendencia política que pudo ejercer, en cambio ha hecho énfasis en ese grupo ajeno a sus criterios y se ha concentrado y delimitado al sector simpatizante de sus ideales.

El entender si Venezuela es o no un estado democrático conviene profundizar hasta donde se ha delimitado el significado de democracia. La democracia en su sentido integral debe ser entendida no solo como un sistema político (democracia representativa), sino como un régimen político que goza de un principio de legitimidad (democracia participativa) y como un fin para alcanzar el deber ser ideal de un sistema que promueva el desarrollo humano de las sociedades, (Sartori, 1987).

Desde otra perspectiva platón considera apoyar la democracia en un principio contrario pero igualmente legítimo: monarquía-libertad, democracia-obediencia. Esto para proponer un equilibrio donde no se presenta ni demasiado poder ni abrumadora libertad, sólo lo suficiente.
De cualquier modo siendo este un concepto tan univoco por ser un proceso de constantes cambios su eje primordial es la participación y de la mano conjuntamente se promulga la comunicación.
La democracia se recrea y reinventa según las necesidades que se ameriten en el paso a la modernización, esta como un camino –nada sencillo y muy complejo- que se afirma en el avance, no para la perfección , más bien para crear soluciones a los problemas, “siendo que si se da democratización sin modernización se genera ingobernabilidad” (Fernandez Neira, pg.4,).

De Ingobernabilidad a Gobernabilidad
Rey plantea la Gobernabilidad, entendida como la capacidad de ejercer el gobierno en un clima de consenso y tolerancia por parte de las mayorías, como una práctica que otorgue a los ciudadanos posibilidades de autoorganización y cohesión social y que genera confianza cívica en la población para la realización de su proyecto de vida como parte del conjunto del proyecto social.

Si actualmente en el país se ofrecen ciertas facilidades para la realización de la sociedad de un “proyecto de vida”, este debe garantizarse con igualdad para todos, sin restricciones por colores políticos o de otras índoles, necesidad que le urge a la soberanía, y desenvolver el plan de gobierno en total consenso y tolerancia.

En la actualidad, se hace evidente que en América Latina hay una crisis de gobernabilidad de las democracias establecidas y ello se refleja en la agudización permanente de los conflictos políticos en la zona, en los escándalos por corrupción de políticos, gobernantes y funcionarios públicos, en el poco respeto de los derechos humanos de las personas, en la debilidad del sistema judicial, en la poca independencia de los poderes regionales frente a los internacionales, en el narcotráfico, la violencia urbana , la guerra, el terrorismo, las inseguridades del la economía y el desempleo ( Rey. 2004:11)
La ingobernabilidad no es más que una sobrecarga de demandas a las que el Estado responde con la expación de sus servicios y de su intervención.
Queda a analizar que tanto Venezuela es un Estado de ingobernabilidad, para lograr la estabilidad y la “gobernabilidad de una democracia depende de la relación entre la autoridad de las instituciones de gobierno y la fuerza de las instituciones de la oposición.

La comunicación para el desenlace de los problemas es fundamental, “la comunicación política”, como manejo de la información política para difundirla y como diseño de mensajes y estrategias de contenido político.
La comunicación política desde la perspectiva de Norris, es un “proceso interactivo relativo a la transmisión de información entre los actores políticos, los medios de información y el público”.

Comunicación política para generar Gobernabilidad

Si bien la comunicación por parte de los políticos es sumamente importante para mantenerse en el poder, ejecutarlo y terminarlo de manera afectiva, debe tenerse presente los demás usos que se le dan al término, con efectos propagandísticos puede parecer contradictorio los conceptos entre sí, comunicación-política, por creerse una complejidad de comunicar para mentir.
Sin embargo, Felipe Noguera plantea cierta clasificación a lo que comunicación política refiere, de allí partir cual será la más factible para implementarla en torno a los sucesos presenciados actualmente en el país.

Bien es claro que todo gobierno maneja una comunicación política y el presente no es una excepción, al contrario es uno de los gobiernos que se podrán caracterizar por manejar las comunicaciones con mayor énfasis, entre amenazas, disturbios verbales y uso hasta excesivo que ningún mandatario había tenido anteriormente.
Planteado por Noguera, en tal sentido una comunicación política hace su contribución al promover la negociación y la integración en los diferentes ámbitos de una sociedad (en lo político, económico, social y cultural), al acordar cuales son los valores comunes en una sociedad, y al considerar los intereses particulares de cada sector.
No obstante el autor citado presenta ciertos tipos de comunicación como la comunicación inventarial contable o centrada en hechos; la idea de asentar o “contabilizar” los logros del gobierno en la mente de los ciudadanos, la comunicación de gobierno; dónde la esta acompaña el ejercicio del poder y la implementación de una agenda, distinguiéndola de los otros dos tipos: la comunicación electoral, en donde un candidato quiere obtener el poder y una comunicación de oposición; que es más observable al final de un mandato político.

En tal sentido el gobierno para conquistar a las “minorías” o por lo menos crear un Estado de gobernabilidad, sugiere aplicar lo que Noguera indica como comunicación reactiva; “Procura a dar respuesta a los hechos que se suceden en la comunidad, así como también dar réplicas apropiadas a situaciones imprevistas a través de mecanismos definidos de antemano.
Entre otras cuestiones, define quién es el responsable de comunicar en momentos de crisis, qué comunicar, a través de qué medios y con qué estilo, evitando la aparición de comunicadores –negativos-”, haciendo énfasis a respuestas y ayuda a la población en general sin ninguna preferencia.
Por otra parte la comunicación proactiva: Busca instalar la agenda discusión pública, esto es los temas y cuestiones de que se ocupan los medios de comunicación y los líderes de opinión más relevantes. La tarea requiere transmitir no sólo el contenido sino sobre todo el sentido de los diferentes anuncios que genera un gobierno.

Referencias Bibliográficas

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